En una noche estrellada, sucedió algo especial
una estrella brillaba mucho mas, que las demás.
Me quede sorprendido por su brillo sin igual
la mire fijamente tratando de hallar
porque es tan diferente a todas las demás.
Algo inesperado de pronto ocurrió
un haz de luz alumbro, a mi habitación.
Desesperado corrí, buscando saber que había allí.
Al abrir la puerta de mi habitación
lo que encontré fue prendido, el ordenador.
Me asome y en la pantalla vi
a una hermosa mujer que nunca antes conocí.
Me sonrió y me miro con mucho amor
y me deje llevar por su encanto sin fin.
Es tan difícil ahora imaginar
mi vida sin ti, si ya probé la magia de tu mirar
y la dulce sensación de saber que soy especial.
Las horas pasaron y ya de amanecida me dijiste
mañana volveré para estar junto a ti.
Resignado acepte tu decisión con la esperanza
de saber que mañana estarás aquí.
La noche siguiente ansioso espere, el momento especial
donde te vería y me embriagaría, con la magia de tu ser.
Y así fue, apareciste para dar rienda suelta a mi inspiración
en cada letra lleno de poesía, amor y pasión.
Nuestras noches se hicieron mágicas cada vez
tan tuyas, tan mías, tan nuestras.
Después de tantas noches quise declararte mi amor
pero un gran apagón, impidió que te dijera
lo que sentía mi corazón.
Apesumbrado espere, que llegara la luz
y no llego, me asome a la ventana y nuevamente
la noche estrellada, tan mágica; tan bella, como la primera
noche
que te conocí.
Los latidos de mi corazón se aceleraban y no sabía porque
de pronto escuche tocar la puerta, y al abrir estabas aquí
mirándome fijamente, con ese amor que solo tu mirar, me
puede brindar.
Te abrace y te bese con tanto amor, tus labios se acercaron a
mis oídos
y dulcemente me dijiste, ya estoy aquí para amarte y hacerte
feliz.
Te cargué con tanta ternura, como solo mi corazón puede
sentir
y te lleve a mi lecho donde hicimos el amor como dos seres
especiales
que nacieron para amarse, y a cada momento te repetía. Estrella
mía.